Alimentación para envejecimiento activo y saludable

Para que tu alimentación sea saludable debe ser suficiente para poder cubrir las necesidades de energía, variada, completa y equilibrada de forma que contenga los nutrientes que necesitas y en cantidades adecuadas. Procura : Hacer 5 comidas al día: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. Comer repartido a lo largo del día hará tus digestiones más ligeras. Que el desayuno y la comida sean las principales del día y que la cena sea más ligera. Incluir siempre en el desayuno alguna fruta, un lácteo (mejor desnatado o semidesnatado) y cereales o sus derivados (pan, tostadas, galletas) preferiblemente integrales y sin azúcar. Para conseguir una alimentación saludable, procura que la mitad de lo que comas a lo largo del día sean frutas y verduras, un cuarto cereales y/o patatas y otro cuarto alimentos que contentan proteínas.   Cómo conseguir una alimentación saludable: A no ser que por algún problema de salud, alergia o intolerancia, debas seguir indicaciones médicas concretas estas deberían ser las guías principales para planificar tu comida diaria. 1.- Frutas y verduras: - Trata de que al menos la mitad de tu plato contenga frutas, verduras y hortalizas. Si no puedes comerlas enteras, pásalas por la batidora, no por el pasapurés, ya que se perdería la fibra que necesitas.   2.- Cereales y patatas: Una cuarta parte de tu plato debería tener cereales o sus derivados (incluimos en este apartado, aún siendo un vegetal, a las patatas por su alto contenido en hidratos de carbono). 3.- Alimentos ricos en proteínas: Algo menos de un cuarto del plato debería ser de una fuente saludable de proteínas. Carne blanca, pescado, legumbres, frutos secos o huevos. Alterna su consumo a lo largo de la semana. Consume diariamente leche y derivados, como queso o yogures. Prioriza los semidesnatados o desnatados. Modera el consumo de carne roja, de carne grasa y procesada (embutidos, tocino...) y de quesos grasos. 4.- Aceites y grasas Al cocinar, en ensaladas y en tostadas prioriza el uso de aceite de oliva, mejor si es virgen. Limita el uso de mantequilla y margarinas.     5.- Agua - Procura tomar mucho líquido (salvo contraindicación médica) sin esperar a tener sensación de sed. Ingiere principalmente agua como bebida. Limita bebidas azucaradas y gasosas. Procura disminuir el consumo de té o café, o sustituirlos por otras infusiones o descafeinados. Evita tomar bebidas alcohólicas. Si sueles comer con vino o cerveza, procura no tomar más de una copa al día.     6.- Sal Nuestro cuerpo solo necesita pequeñas cantidades de sal para su correcto funcionamiento. No más del equivalente a una cucharadita pequeña. En esta cantidad ya está incluida la sal que ya tienen los alimentos de forma natural. De modo que, sin añadir sal alguna podrías sobrepasar la recomendación si excedes el consumo de productos industriales (contienen mucha sal). Para evitar añadir sal a las comidas puedes conseguir realzar su sabor utilizando: vinagres, limón, hierbas aromáticas, aceites macerados etc. Utiliza sal yodada en casa.     Algunos consejos útiles: Revisa siempre la etiqueta de los productos y elige los alimentos bajos en sales, azúcares y grasas. Limita el consumo de alimentos fritos, mejor utilizar otros métodos para cocinar: hervido, a la plancha, al vapor o al horno Evita los productos precocinados (listos para calentar y comer) por su alto contenido en sal, azúcar, grasas saturadas y colesterol. Evita los aperitivos salados (patatas, frutos secos con sale) por su alto contenido en sal Evita la bollería industrial por su alto contenido en azúcar y grasas no cardiosaludables. Contenido proporcionado por Osakidetza   Tener un envejecimiento activo y saludable, significa participar en la sociedad de acuerdo a nuestras necesidades, deseos o capacidades, significa aprovechar al máximo las oportunidades de tener buena salud física, sentirnos bien emocionalmente y disponer de un entorno social favorable. El objetivo es extender la calidad y esperanza de vida a edades avanzadas.

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Mayores en casa. 6 ideas para hacerla más accesible

En algunas ocasiones tenemos/queremos cuidar de nuestros mayores en nuestras casas. En esta infografía se muestran algunas ideas para hacerlas más accesibles. Estas ideas también valen para los hogares de personas mayores que quieren mejorar su accesibilidad y de esta manera su calidad de vida.  

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Ejercicio y movilidad reducida

Los beneficios de hacer ejercicio no solo están limitados a personas sin problemas de movilidad, de hecho si por alguna razón se tiene problemas de movilidad o movilidad reducida, es aun más importante el resultado que produce el ejercicio en el estado de ánimo de una persona. Cuando hacemos actividad física nuestro cuerpo libera endorfinas, las cuales nos ayudan a liberar estrés, nos dan energía, reducen el dolor, refuerzan nuestra autoestima y en general nos dan una sensación de bienestar. Para determinar el tipo de ejercicio que sería conveniente realizar, se debe tomar en consideración que tipo de limitación tiene la persona; si está en una silla de ruedas, si tiene artritis, problemas para respirar, sufre de sobrepeso o si la persona tiene una edad avanzada... estos son algunos ejemplos, entre muchos otros, que pueden afectar la movilidad de una persona.  La rutina de ejercicios que escojamos debe incorporar ejercicios cardiovasculares o aeróbicos, ejercicios anaeróbicos, en los que usamos pesos y nos dan musculatura y ejercicios de flexibilidad o estiramientos. Es muy importante, antes de comenzar cualquier tipo de rutina, consultar con su médico el tipo de actividades que le es posible realizar dependiendo de la condición física/médica de la persona. Es comprensible que algunas personas dependiendo de su personalidad o estado de ánimo se concentren en lo que ya no son capaces de hacer, como correr, o pongan demasiada atención en su apariencia personal. Lo verdaderamente importante es concentrarse en las actividades que si son capaces de realizar, que les pueda ayudar físicamente y que se sientan bien realizándolas.   Algunos consejos para comenzar con su rutina de ejercicios:   -          Para comenzar, si siente temor a lastimarse al hacer ejercicio, comience con actividades que presenten un bajo riesgo de lesión, o solicite la ayuda de un amigo. -          Es de gran ayuda encontrar un compañero de entrenamiento, esto ayudara a ambos a cumplir con sus metas y además es una forma de hacer del ejercicio una actividad más social. -          Comience con alguna actividad que disfrute, lentamente y sin hacer mucho esfuerzo para luego ir aumentando la intensidad gradualmente. -          Haga del ejercicio una parte de su día a día, planee ejercitar a una hora todos los días y combine una variedad de ejercicios. Toma por los menos un mes para que una actividad se haga un habito, concéntrese en alcanzar objetivos a corto plazo. -          Sea paciente, no se desanime si hay días en los que no ha hecho ejercicio, esto es normal, pueden pasar días e incluso semanas, comience de nuevo y lentamente aumente la intensidad de nuevo. -          Si experimenta algún tipo de dolor pare el ejercicio, ponga atención a su cuerpo. Si continua con el dolor, no vuelva a intentarlo y consúltelo con su entrenador o medico. -          Evite actividades que  puedan afectar el área que se encuentra lesionada. -          Siempre haga ejercicios de calentamiento, estiramiento y enfriamiento. -          Beba mucha agua, su cuerpo funciona mejor cuando se encuentra hidratado -          Cuando usted está haciendo ejercicios, sea caminando o en una silla de ruedas fuera de casa, ponga atención a su cuerpo, usted obtendrá gran beneficio si pone atención a su respiración y a las sensaciones que su cuerpo está experimentando    

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4 razones por las que se caen los mayores

Las caídas son una de las primeras causas de atención hospitalaria grave en personas mayores de 65 años. El riesgo de caída aumenta según avanza la edad, incluso en personas completamente sanas. Las personas jóvenes también se caen, pero las caídas en personas mayores suelen ser mucho más peligrosas. Se tarda más en recuperar los huesos rotos. Además, estas caídas pueden dejar secuelas que no se recuperan totalmente. Listamos algunas de las razones por las que suelen caerse las personas mayores y cómo se puede reducir el riesgo de caídas.   Enfermedad Hay muchas enfermedades que causan problemas de movilidad. Las personas mayores con artritis y enfermedad de Parkinson suelen tener muchos problemas de movilidad. La presión arterial baja puede hacer que se sientan mareados si sufren de hipotensión ortostática. Si bien los síntomas de algunas de estas dolencias son predecibles, un derrame cerebral o ataque al corazón puede ocurrir en cualquier momento. Es importante programar chequeos anuales con el médico de cabecera para estar al tanto de cualquier problema de salud que podrían limitar la movilidad. Si las personas mayores realizan exámenes de salud regulares pueden reducir el riego de caerse debido a las enfermedades.   Medicación Las personas que están tomando medicamentos también son más proclives a caerse con mayor frecuencia. Los efectos secundarios de la medicación causan una amplia variedad de síntomas que incluyen mareos, fatiga, confusión y otros problemas de salud. Para prevenir las caídas resultantes de un medicamento, asegúrese de consultar con su médico antes de tomar cualquier medicamento para que pueda anticiparse a los problemas de movilidad.   No hacer suficiente ejercicio Cuando no se ejercita regularmente, existe una menor flexibilidad, disminución de la masa ósea, falta de tonicidad muscular y todo esto trae consigo una pérdida del equilibrio. Muchas personas mayores limitan su actividad porque tienen miedo de caer. Algunas personas mayores ni siquiera se atreven a salir de la casa. Por desgracia, este miedo conduce a un estilo de vida sedentario. La mejor solución para las personas mayores es mantener un estilo de vida activo, hacer ejercicio 30 minutos al día, y comer una dieta equilibrada para tener la fuerza y energía para mantenerse activo. Se debe utilizar calzado apropiado cuando se hace ejercicio, así como cuando se esté en casa.   Factores ambientales La mayoría de las personas mayores no se suelen caer en un centro comercial o en un restaurante. Las caídas tienden a producirse en casa. Siendo el hogar un lugar familiar, la mayoría de las personas bajan la guardia aún existiendo muchos peligros que pueden causar accidentes; alfombras sueltas, escaleras empinadas, sillas de la cocina o la peligrosa y resbaladiza bañera. Para reducir el riesgo de caer en casa se pueden realizar modificaciones en el hogar. Ya sea la instalación de barras de apoyo, salvaescaleras en la escalera o asegurando las alfombras sueltas. Reemplazar las bombillas quemadas, e instalar iluminación adicional en las zonas oscuras alrededor de la casa es otra forma de reducir riesgos. Incluso cuando está en su casa, use un bastón o un andador si el médico lo recomienda. El riesgo de caídas aumenta con la edad, pero hay muchas medidas de seguridad que puede tomar para reducir su riesgo de caerse. Llámanos al 943 63 01 14 o ponte en contacto a través de este formulario. Estamos para ayudarte a mejorar tu vida y la de las personas que más quieres.  

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