Plataforma V64

Mandos y dispositivos de accionamiento de sistemas salvaescaleras: tipos, funcionamiento y ventajas

  ¿Cómo funcionan los mandos y dispositivos de accionamiento para sistemas salvaescaleras?¿Por qué los necesito? ¿Se pueden personalizar? Respondemos a todas tus preguntas en este post. Si eres visitante frecuente del blog Bidea (¡Gracias!), no hace falta que te expliquemos qué es un sistema salvaescaleras y cuáles son sus funciones. Porque, como sabes perfectamente, las soluciones salvaescaleras Bidea son sistemas mecánicos diseñados para ayudar a las personas con movilidad reducida o discapacidad a subir o bajar escaleras de forma segura y cómoda. Las soluciones salvaescaleras pueden ser instaladas en escaleras curvas, rectas o en tramos de escaleras con descansos, y están disponibles en diferentes modelos y tamaños para adaptarse a diferentes necesidades y requisitos de espacio. Son ideales para hogares, edificios públicos, residencias y otros espacios donde las personas con movilidad reducida necesitan acceder a diferentes niveles de forma segura y sin esfuerzo físico. En este artículo, queremos profundizar en uno de los componentes clave de nuestros sistemas salvaescaleras: los mandos y sistemas de accionamiento. Sigue leyendo para informarte acerca de todo lo que necesitas saber sobre los mandos y pulsadores de los sistemas salvaescaleras Bidea. Mandos para sillas salvaescaleras: ¿cómo funcionan? Las sillas salvaescaleras incluyen dos mandos a distancia que permiten controlar la silla de forma remota, uno en cada extremo de la guía para que el usuario pueda accionar la silla desde el otro extremo. Los mandos a distancia son fáciles de usar y están diseñados con botones de tamaño adecuado para personas con problemas de vista o movilidad limitada. Todos los mandos a distancia vienen con un soporte que se puede fijar en la pared cerca de la silla, de manera opcional, para mantenerlo siempre visible y a mano. Dispositivo de accionamiento en la silla salvaescaleras Para facilitar aún más el desplazamiento y la comodidad del usuario, además de los mandos a distancia, las sillas salvaescaleras también tienen un dispositivo de accionamiento en el reposabrazos. Se trata de un mando muy fácil de usar que funciona moviéndolo hacia la dirección en la que se desea que la silla se mueva, y que, en la mayoría de las sillas, puede ubicarse en la parte del reposabrazos que el usuario prefiera. Mandos inalámbricos para sillas salvaescaleras: ventajas Los mandos inalámbricos de las sillas salvaescaleras ofrecen varias ventajas. En primer lugar, brindan comodidad y facilidad de uso, ya que permiten controlar el movimiento de la silla desde cualquier lugar en el que el usuario se encuentre, sin tener que estar cerca de la silla o de un interruptor en la pared, pudiéndola aparcar en peldaños superiores para que no sea un estorbo en el rellano inferior (o viceversa). Además, los mandos inalámbricos pueden ser especialmente útiles para personas con problemas de movilidad o discapacidad, ya que les permiten controlar la silla salvaescaleras sin tener que realizar movimientos incómodos o difíciles. También pueden ser beneficiosos para personas con problemas de visión, ya que los botones son grandes y fáciles de localizar. Otra ventaja es que los mandos inalámbricos de las sillas salvaescaleras suelen venir con soportes que se pueden colocar en paredes cercanas, lo que significa que el usuario siempre puede localizarlos fácilmente y no tiene que preocuparse por perderlos. Finalmente, varios usuarios en una misma casa pueden hacer uso de la silla sin tener que preocuparse de dónde se encuentra el salvaescaleras en aquel preciso momento. Tanto los mandos inalámbricos como las propias sillas salvaescaleras están diseñadas para hacer la vida más fácil y cómoda para los usuarios, mejorando considerablemente su capacidad para moverse de manera independiente en su hogar o en otros espacios. Mandos para plataformas salvaescaleras: ¿cómo funcionan? Además de sillas salvaescaleras, el catálogo Bidea incluye una amplia gama de soluciones de movilidad para facilitar el desplazamiento de personas mayores y con movilidad disfuncional, como las plataformas salvaescaleras. Una plataforma salvaescaleras es un dispositivo que se utiliza para transportar a personas con movilidad reducida a través de tramos de escaleras rectos o curvos. Consiste en una plataforma que se mueve a lo largo de una guía o carril fijado a la escalera, permitiendo a la persona sentarse o permanecer de pie en ella mientras es transportada de un nivel a otro. Existen diferentes tipos de plataformas salvaescaleras en función del tipo de escalera y las necesidades de la persona, y pueden ser instaladas tanto en viviendas particulares como en edificios públicos o comerciales. Las plataformas salvaescaleras vienen con varios tipos de mandos a distancia. Todos ellas tienen mandos instalados en la pared de cada extremo de la guía para llamar a la plataforma. Además, tienen un mando con un cable extensible como opción adicional. También cuentan con pulsadores de accionamiento de movimiento en ambos extremos de la plataforma, lo que permite que personas con movilidad reducida puedan subir a ella en cualquier dirección y usarlos sin dificultad. Mandos para soluciones salvaescaleras Bidea: siempre seguro/a y en control. Tras más de dos décadas de experiencia ofreciendo soluciones salvaescaleras a nuestra comunidad, Bidea entiende lo importante que es que nuestros usuarios se sientan seguros y en control de sus movimientos. Por eso, utilizamos la tecnología más avanzada para conseguir que nuestros usuarios vivan experiencias cómodas y seguras cada vez que utilizan nuestras soluciones salvaescaleras, incluyendo los mandos y dispositivos de accionamiento. Si tienes cualquier duda acerca del mando de tu solución salvaescaleras... O si quieres hablar acerca de cómo personalizarlo para cubrir mejor tus necesidades... O si simplemente quieres más detalles acerca de nuestras soluciones de accesibilidad en tu hogar o comunidad de vecinos... Nuestros Asesores Técnicos están disponibles para ayudarte a encontrar el modelo que encaje a la perfección con tus circunstancias y necesidades. En cuestión de minutos te asesorarán sobre tus opciones y te elaborarán un presupuesto muy razonable y completamente cerrado. Reserva una cita con uno de nuestros técnicos en soluciones de accesibilidad o solicita más información sobre la instalación y precio de tu solución salvaescaleras. Si estás interesado en ver nuestros trabajos pincha en el siguiente enlace: https://www.bidea.es/nuestros-trabajos/ Llámanos al 943 63 01 14 o escríbenos en info@bidea.es. Estamos para ayudar.

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Hombre mayor haciendo ejercicio

Qué es la movilidad articular y cómo optimizarla en las personas mayores (¡ejercicios incluidos!)

Se ha demostrado una y otra vez que hacer ejercicio es fundamental para mantener nuestra salud física y mental a cualquier edad... ¡Especialmente en la tercera edad! Hacer ejercicio ayuda a mejorar la salud física, la movilidad articular y mental de las personas mayores, previene enfermedades y afecciones, reduce el riesgo de caídas y lesiones, y contribuye a mejorar su calidad de vida en general. Sin mencionar que, hacer ejercicio también puede ser una forma divertida y muy social de mantenerse activo y conectar con otras personas de la misma edad. ¿Sabes cuál es una de las bases del ejercicio para personas mayores? La movilidad articular. Algo de lo que, curiosamente, se habla poco. Mantener nuestras articulaciones en buen estado es tan importante como realizar ejercicios de fuerza y flexibilidad. ¿Por qué? Te lo contamos en detalle en este artículo, y compartimos algunos sencillos ejercicios que puedes hacer a diario para mantener tu movilidad articular en condiciones óptimas. ¿A qué nos referimos al hablar de “movilidad articular”? La movilidad articular es lo que nos permite realizar muchas de las actividades cotidianas, como caminar, agacharse, levantar objetos, etc. En términos más científicos, la movilidad articular es la capacidad de los huesos para moverse en relación unos con otros en una articulación a través de su rango de movimiento (ROM). Es decir, la cantidad de movimiento posible en una articulación depende de la estructura ósea, la presencia de músculos y ligamentos que la rodean y la flexibilidad de los tejidos blandos. ¿Qué factores hacen que reduzcamos nuestra movilidad articular? Son varios los factores que pueden reducir la movilidad articular, estos incluyen: Envejecimiento: Con la edad, los tejidos blandos que rodean las articulaciones pueden endurecerse y disminuir la movilidad. Lesiones: Lesiones en las articulaciones, como desgarros o esguinces, pueden afectar la movilidad. Inflamación: La inflamación de las articulaciones, como en el caso de la artritis, puede causar dolor y limitación de movimiento. Sobrepeso: El exceso de peso puede aumentar la presión en las articulaciones y reducir su movilidad. Inactividad física: La falta de actividad física puede debilitar los músculos y tejidos que soportan las articulaciones y reducir su movilidad. Desgaste natural: El desgaste natural de las articulaciones a lo largo del tiempo puede reducir la movilidad. Es importante destacar que una combinación de estos factores también puede tener un impacto en la movilidad articular. Por lo tanto, es importante mantener un estilo de vida saludable y hacer ejercicios regulares para ayudar a mantener una buena movilidad articular. ¿Qué sucede si disminuimos nuestra movilidad articular? Disminuir la movilidad articular puede presentar los siguientes problemas: Dolor: La reducción de la movilidad articular puede causar dolor e incomodidad. Debilidad muscular: La falta de movimiento en las articulaciones puede debilitar los músculos y reducir la fuerza. Inmovilidad: Una disminución en la movilidad articular puede hacer que las personas sean menos activas y más propensas a la inmovilidad. Problemas de equilibrio: La disminución de la movilidad articular puede afectar el equilibrio y aumentar el riesgo de caídas. Pérdida de funcionamiento: La reducción de la movilidad articular puede afectar la capacidad para realizar actividades cotidianas, como caminar, subir escaleras, etc. Aumento de la fatiga: El esfuerzo adicional requerido para realizar actividades puede causar fatiga y agotamiento. Baja calidad de vida: La disminución de la movilidad articular puede afectar negativamente la calidad de vida y la capacidad para disfrutar de las actividades y relaciones sociales. Ante consecuencias tan graves, es importante tomar medidas para mantener una buena movilidad articular y prevenir su disminución. Se recomienda hacer ejercicios regulares, mantener un peso saludable, evitar lesiones y seguir una dieta equilibrada. Generalmente, en función de la persona, es recomendable caminar con frecuencia, montar en bicicleta, hacer algún tipo de ejercicio, nadar, etc. Muy importante también: practicar ejercicios de estiramiento. Pero ¿no es lo mismo, estirar y hacer ejercicios de movilidad articular? No. Compartimos las diferencias a continuación. Movilidad articular y flexibilidad: diferencias Cuando hablamos de movilidad articular nos referimos a la cantidad de movimiento que una articulación es capaz de realizar. La flexibilidad, por otro lado, es la capacidad de un músculo o un grupo de músculos para estirarse sin romperse o lesionarse. Ambas se complementan ya que si añadimos flexibilidad la extensión del movimiento puede ser mayor. Cuando una articulación no puede alcanzar el rango de movimiento máximo durante mucho tiempo, el cuerpo acaba adaptándose a esta pérdida de movilidad y los músculos se pueden desgastar. Por eso es tan importante asegurarnos de que esto no ocurra, ¡o de que ocurra en el menor grado posible! Si lo hacemos: Mejoraremos nuestra capacidad de movimiento, Optimizaremos nuestros procesos neuromusculares, Estaremos más en forma al notar menos cansancio (porque se mejora la frecuencia cardíaca) y más fuerza y, En general, disfrutaremos de buena salud. ¿Qué podemos hacer para mejorar la movilidad articular? Afortunadamente, la movilidad articular se puede mejorar de manera relativamente fácil siguiendo algunos de los consejos a continuación: Ejercicios de estiramiento: Recomendamos realizar ejercicios de estiramiento específicos para las articulaciones que necesitan mejorar su movilidad. Fortalecimiento muscular: Fortalecer los músculos alrededor de las articulaciones puede ayudar a mejorar su movilidad. Calentamiento antes del ejercicio: Calentar antes de hacer ejercicio puede ayudar a aumentar la temperatura y la lubricación de las articulaciones, lo que a su vez puede mejorar su movilidad. Terapia física: Un terapeuta físico puede ayudar a mejorar la movilidad articular a través de ejercicios específicos y técnicas de manipulación. Evitar lesiones: Mantenerse alejado de lesiones y mantener una buena postura puede ayudar a preservar y mejorar la movilidad articular a largo plazo. Es importante recordar que antes de comenzar cualquier programa de ejercicio o terapia, es necesario consultar a un profesional de la salud para asegurarse de que sea seguro y adecuado a tus necesidades individuales. ¿Qué tipo de ejercicios de movilidad articular son recomendados para personas mayores? Los ejercicios de movilidad articular recomendados para personas mayores incluyen: Ejercicios de estiramiento suaves y controlados para ayudar a mantener la amplitud de movimiento y prevenir la rigidez articular. Ejercicios de fortalecimiento de los músculos para mejorar la estabilidad y prevenir lesiones. Ejercicios de equilibrio y coordinación para mejorar la seguridad y prevenir caídas. Actividades acuáticas, como la natación y la hidroterapia, que son menos impactantes para las articulaciones y proporcionan una excelente oportunidad para mejorar la movilidad articular y el fortalecimiento muscular. ¿Buscas ejercicios de movilidad articular para personas mayores más concretos?  Prueba los siguientes: Estiramiento de cuello: Siéntate con la espalda recta y gira suavemente la cabeza hacia la derecha y luego hacia la izquierda. Estiramiento de hombros: Levanta los hombros hacia las orejas y luego relájalos. Repite varias veces. Estiramiento de muñeca: Sostén una mano con la otra mano y tira suavemente hacia abajo de la muñeca para estirar la parte superior del brazo. Estiramiento de cadera: De pie, con las manos en las caderas, gira suavemente el tronco hacia un lado y luego hacia el otro. Ejercicios de fortalecimiento de manos y dedos: Aprieta una pelota de goma o usa una mancuerna ligera para fortalecer las manos y los dedos. Ejercicios de fortalecimiento de piernas: Realiza ejercicios de fortalecimiento de piernas, como sentadillas o levantamientos de pantorrillas, con el apoyo de una silla o una pared si es necesario. Y no olvides que es importante consultar con un médico o un fisioterapeuta antes de comenzar cualquier programa de ejercicios y hacer solo aquellos ejercicios que sean seguros y adecuados para tu nivel de capacidad física. Y si podemos ayudarte en cualquier otra área de tu vida, Bidea está contigo. Llevamos más de dos décadas instalando y manteniendo soluciones salvaescaleras de calidad, que mejoran el bienestar de las personas. Y vivimos para hacer tu vida más sana, más cómoda y segura. ¡Ponte en contacto!

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Por qué en 2023 tenemos que eliminar palabras como “minusválido” o “inválido” de nuestro vocabulario

  Ha llegado el momento de descartar palabras como “minusválido” de nuestro vocabulario, y concienciarnos de la importancia de crear un lenguaje inclusivo. En este artículo te contamos por qué y cómo.  “Minusválido”, “discapacitado”, “inválido”... Vivimos en una sociedad que necesita categorizar y clasificar todo y a todos, muy a menudo, sin tener consciencia del impacto que esta categorización y el vocabulario que la acompaña puede tener en el ser humano. En Bidea abogamos por un cambio radical hacia un lenguaje y un comportamiento mucho más inclusivo. Después de dos décadas sirviendo a las maravillosas personas que ahora componen la comunidad Bidea, queremos liderar el cambio que tanto necesitamos, empezando por crear conciencia de la importancia del lenguaje positivo en nuestra sociedad. El poder de las palabras Cuando Bidea inició su camino como proveedores de soluciones salvaescaleras, poco/as tenían conciencia del impacto que una palabra como “minusválido” tiene en la persona que la recibe. De hecho, en general, muy poca gente entendía el poder que una palabra puede tener en los sentimientos de otra persona. Por aquel entonces se hablaba de personas con “deficiencias físicas”. O, de personas con una “minusvalía”, cuando una “discapacidad” les hacía carecer de independencia física. Afortunadamente, hemos evolucionado considerablemente. La mayoría comprendemos ahora que esa persona es igual al resto de los seres humanos que la rodean, y simplemente vive con una “diferencia funcional”. Pero, aún hay mucho camino por recorrer. Aún nos queda mucho trecho para entender el poder que la comunicación en general, y una palabra aparentemente inofensiva, pueda tener en la psique, y en la vida de una persona. Gracias al trabajo de neurocientíficos cognitivos como Luis Castellanos estamos empezando a entender lo mucho que el uso correcto del lenguaje puede contribuir a mejorar la salud y el bienestar de las personas. Su labor, y la de muchos otros académicos en diversos campos, subraya la estrecha conexión entre el lenguaje y las emociones, apuntando a la importancia de comunicarnos con un lenguaje positivo que genere “una energía que antes no sabíamos que venía del lenguaje. Ahora sí sabemos que viene del lenguaje.” El lenguaje es tanto un reflejo como constructor de la realidad en la que vivimos. Cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad de comunicarnos positivamente para crear esa energía positiva en las personas de nuestro entorno. Labor y responsabilidades que empiezan en nuestro sistema educativo y familiar. Por un lado, debemos inculcar a nuestros pequeños la importancia de comunicarnos con precisión y con un lenguaje positivo e inclusivo, tanto en la escuela como en casa. Por otro lado, debemos proporcionar a las personas que viven con diferencias funcionales las herramientas necesarias para que puedan llevar a cabo una vida plena. Son más de 650 millones las personas que viven con una discapacidad física o mental. Ha llegado el momento de que por fin les demostremos nuestro respeto, empatía y apoyo con el uso de un lenguaje verdaderamente positivo e inclusivo. Así, que, ¡vamos a eliminar palabras como “minusvalía” o “discapacitado” de nuestro vocabulario y relegarlas a un pasado lingüístico que por fin quedó atrás! “Discapacidad” y “minusvalía”: implicaciones y connotaciones negativas “Una palabra es una palabra”... puede que estés pensando. “Tampoco hay que darle tanta importancia...”. Lo que ocurre es que, en realidad, la hay. “Lo que importa es el trato hacia las personas”, comentan muchos. Y, no se equivocan, pero una cosa no elimina la otra. Porque, la persona que vive con diversidad funcional define su identidad desde una mirada externa: la persona no construye su identidad, se da cuenta a partir de una etiqueta que le ponen. Vamos a ver el significado de estas dos palabras y por qué tienen connotaciones que ya no tienen cabida en la sociedad contemporánea: Discapacitado-da: Se trata de un neologismo proveniente del inglés “disabled” con implicaciones muy peyorativas para las personas que viven con limitaciones de movilidad. Decir que alguien es “discapacitado” es decir que esa persona carece de la capacidad de hacer algo, creando de esta manera, una posición de inferioridad en comparación con la persona que sí creemos que tiene capacidad. En noviembre de 2020, la Real Academia Española (RAE) llevó a cabo una modificación de la definición del término discapacidad, pasando de una “disminución por un problema físico, sensorial o psíquico, que incapacita total o parcialmente para el trabajo u otras tareas” a una "situación de la persona que por sus condiciones físicas o mentales duraderas, se enfrenta con notables barreras de acceso a su participación”. Un cambio positivo y muy necesario, pero, ni mucho menos adecuado, ya que sigue centrándose en la persona, aunque admite el papel que juega el entorno por primera vez. “Minusválido-a” Etimológicamente, esta palabra proviene del latín minus ‘menos’ y válido, con la terrible implicación de que las personas con movilidad reducida son “menos válidas” que el resto de los ciudadanos en una comunidad. Lo mismo sucede con el término “inválido/a”. Un ejemplo clarísimo de una palabra con una carga extremadamente negativa que se implantó en nuestro vocabulario hasta tal punto de negar oportunidades y la integración social a tantas personas con diversidad funcional. Sí, estamos forjando un camino positivo hacia una sociedad mucho más consciente del impacto del lenguaje. La Ley 39/2006 de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, Disposición adicional octava, nos recordaba que debíamos dejar atrás vocablos tan poco humanos y sustituirlos por “personas con discapacidad” para hablar “del grupo de personas con discapacidad conscientes de las innumerables barreras (arquitectónicas, laborales, psicosociales…) a las que tienen que hacer frente para desarrollar una vida normalizada, participativa e integrada en el conjunto de la sociedad”. Sí, leyes como estas son un paso importante. Pero, no son suficientes. Sin un cambio de paradigma en nuestras costumbres, actitudes, mentalidad, y lenguaje... de poco sirve una ley que, de todas maneras, se queda muy corta. ¿Cuál es el siguiente paso? El siguiente paso debería ser dar voz a la opinión de las personas que viven con esta realidad cada día. Son ello/as quienes deben concurrir en una terminología que les haga sentirse cómodos e identificados. ¿Quién somos nosotros para calificarlos de personas con el término más aceptado ahora de “diversidad funcional”? Porque, si bien es cierto que se trata de un vocablo que parece transmitir algo mucho más positivo, sin embargo, muchos grupos representativos de personas con “diversidad funcional” afirman que es un término ambiguo que no refleja adecuadamente la lucha diaria contra los obstáculos y los estigmas a la que se enfrentan. Por eso, nos recuerdan que el lenguaje y la realidad, van mano en mano. Y, lo que importa es cambiar ambos para crear puentes, abrir oportunidades, y construir una sociedad verdaderamente igualitaria. ¡Objetivo que nos motiva y guía diariamente en Bidea desde hace dos décadas! Eliminar las barreras arquitectónicas a las que se enfrentan las personas con diversidad funcional tanto en sus hogares como en las zonas públicas es nuestro granito de arena en la creación de un mundo más justo, más inclusivo, con mayor autonomía y calidad de vida ¡para todo/as! ¿Te interesa conocer nuestras soluciones salvaescaleras? Llámanos al 943 63 01 14 o escríbenos en info@bidea.es. Nuestros técnicos especializados estarán encantados de visitarte sin compromiso para identificar tus necesidades exactas, y orientarte hacia el tipo de solución salvaescaleras más adecuada. ¡Te esperamos!

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Baterías para sillas salvaescaleras: todo lo que necesitas saber

  ¿Estás pensando en instalar una silla salvaescaleras en tu vivienda? Descubre todo lo que necesitas saber sobre su funcionamiento, baterías, duración y mantenimiento.  ¿Ha surgido la necesidad de instalar una silla salvaescaleras en tu residencia o en la residencia de un ser querido? Si es así, ¡te estarás haciendo mil preguntas! En este artículo queremos responder todas las dudas que ahora mismo te surgen sobre las baterías de tu nueva silla salvaescaleras: ¿qué tipo de baterías utiliza? ¿cuánto duran las baterías? ¿cómo se remplazan? ¿dónde encuentro este tipo de baterías? ¡Y mucho más! Te invitamos a que sigas leyendo y descubras todo lo que necesitas saber para garantizar el funcionamiento idóneo de tu silla salvaescaleras. ¿Qué es una silla salvaescaleras? Un sistema salvaescaleras es un dispositivo mecánico diseñado para facilitar el acceso entre pisos de las personas mayores y/o con movilidad reducida. Un sistema de elevación muy versátil, las sillas salvaescaleras suelen instalarse en residencias privadas para que la persona que lo necesita pueda solventar cierto tipo de barreras arquitectónicas, normalmente escaleras. Las sillas salvaescaleras son la solución ideal para personas mayores y con movilidad reducida que aún mantienen la capacidad de acceder por cuenta propia a la silla. En Bidea tenemos diversos modelos que se adaptan fácilmente a la arquitectura del hogar, incluso en espacios curvos. Todos ellos se instalan rápidamente y no requieren ningún tipo de obras. ¿Cómo funciona una silla salvaescaleras? Las sillas salvaescaleras están pensadas para que la persona usuaria pueda acceder a ellas de manera extremadamente fácil. El mecanismo consiste en una cremallera alimentada por batería. Cuando la persona usuaria pulsa el botón de la silla salvaescaleras para ascender o descender al piso deseado, y se ubica de manera segura en ella, el motor hace girar el piñón en la barra dentada de la guía, enviando la silla a su destino. ¿Qué tipo de energía utiliza una silla salvaescaleras? Las sillas salvaescaleras funcionan con dos baterías recargables de muy bajo consumo de 12 V 7 Ah. Estas baterías alimentan un motor de 24 V CC, con potencia para desplazar el mecanismo aproximadamente 12 metros, y hasta 30 metros en el caso de las sillas de portal. Nuestras baterías son del tipo VRLA (baterías de plomo-ácido reguladas por válvula), unas de las más seguras en el mercado, y garantía de protección contra derrames, incluso en caso de ser perforadas.  Y batería de Lítio de 24V – 20AH para garantizar su correcto funcionamiento en los recorridos largos de portal. Si las baterías están completamente cargadas, cualquiera de nuestras sillas salvaescaleras tiene la capacidad de realizar unos 20 viajes, aunque la duración de la vida de la batería dependerá de la longitud de la escalera. Para garantizar el correcto y continuo funcionamiento de las baterías, es importante que estén siempre conectadas a una fuente de alimentación. De esta manera, evitaremos que la persona usuaria quede atrapada a medio viaje si se produce un corte de luz inesperado. ¿Cómo ubico y cambio las baterías de mi silla salvaescaleras? Las baterías de tu silla salvaescaleras se encuentran en un compartimento seguro, cerrado en el propio salvaescaleras, que nuestro equipo técnico te puede mostrar durante la instalación del mecanismo en tu hogar. ¿Puede abrirse accidentalmente el compartimento que guarda las baterías de tu salvaescaleras? De ninguna manera. En todas nuestras soluciones salvaescaleras este este espacio se encuentra atornillado para evitar su apertura accidental cuando el mecanismo está en funcionamiento. ¿Cómo cambias las baterías de tu silla salvaescaleras? Nuestra recomendación es que dejes el cambio de las baterías de tu salvaescaleras en manos de nuestro equipo técnico de mantenimiento. Aunque a primera vista, el proceso puede parecer sencillo, para sustituir las baterías de tu salvaescaleras hay que desmontar algunas partes del salvaescaleras, retirar las baterías antiguas e instalar las baterías con el voltaje correcto. Como puedes ver, para evitar que el funcionamiento de tu salvaescaleras no se vea comprometido de ninguna manera, es mejor dejar esta labor en manos de profesionales formados para garantizar que el equipo pueda volver a utilizarse con completa seguridad. ¿Cuánto dura la batería de mi silla salvaescaleras? ¿Verdad que te has imaginado teniendo que llamar continuamente al técnico para que cambie la batería de tu silla salvaescaleras? ¡En absoluto! De hecho, en condiciones normales, nuestro equipo técnico solo va a tener que visitarte para sustituir la batería de tu salvaescaleras ¡cada 3 o 4 años! Lógicamente, todo depende del uso que hagas y el cuidado que tengas de tu sistema salvaescaleras. Si dejas el salvaescaleras fuera de su punto de carga con frecuencia, las baterías durarán menos y puede que su funcionamiento se vea comprometido. Pero, si las cuidas adecuadamente, ¡las baterías de tu silla salvaescaleras tienen una vida de entre 3 y 5 años! ¿Cómo cargo la batería de mi silla salvaescaleras? De manera muy sencilla y automática. Tú solo tienes que preocuparte de que la corriente llegue continuamente a la toma a la que conectas tu silla salvaescaleras, situada generalmente junto a la escalera. Puedes cargarla o bien cuando la silla salvaescaleras esté aparcada en el punto de carga, tanto en el piso inferior como en el piso superior de la escalera, o bien cuando la silla se desplaza a lo largo de la guía. ¡Recuerda! Es importante que no apagues la silla salvaescaleras con la intención de ahorrar batería y energía. Lo único que consigues apagando la silla salvaescaleras durante mucho tiempo es que las baterías no carguen, o ¡que incluso se descarguen por completo! Así que, cuando no utilices la silla salvaescaleras para transportarte de un piso a otro, asegúrate de que esté aparcada en el punto de carga con el seccionador en la posición “ON”. Mantener las baterías activas y en buen estado de funcionamiento, es la mejor manera de ahorrar su consumo. La visita de nuestro equipo técnico de mantenimiento te ayudará a garantizar que el mecanismo siga funcionando de manera óptima. ¿Cómo sé si tengo que sustituir las baterías de mi salvaescaleras? De nuevo, las visitas de mantenimiento del personal especialista de Bidea son la mejor manera de asegurar el funcionamiento adecuado de las baterías de tu silla salvaescaleras. Las rápidas pruebas de nuestros técnicos indicarán la longevidad de la batería y si es el momento idóneo para sustituirla. Aún y así, es importante que te fijes en algunas señales en el funcionamiento de las baterías de tu salvaescaleras. ¿Las baterías dejan de cargarse adecuadamente cuando están aparcadas en el punto de carga? ¿La silla se mueve con mayor lentitud de lo habitual? ¿El mecanismo se detiene al subir las escaleras y vuelve a ponerse en marcha al cabo de unos segundos? En cualquiera de estos casos, llega el momento de ponerse en contacto con el servicio de mantenimiento de Bidea. Nuestros técnicos te visitarán lo antes posible. ¿Qué ocurre con las baterías antiguas de mis sillas salvaescaleras? ¡Grandísima pregunta que demuestra tu preocupación por el medio ambiente! ¡No temas! Una vez nuestros técnicos cambian las baterías de tu silla salvaescaleras, las guardamos en nuestro almacén temporalmente hasta que son recogidas por una empresa colaboradora especializada en el reciclaje de productos electrónicos. En ninguna circunstancia tiramos las baterías de las sillas salvaescaleras a la basura con residuos secos, ya que somos muy conscientes del peligro que estas representan para el ser humano y para nuestro maravilloso planeta. Nuestra colaboración con esta empresa especialista garantiza que las baterías de tu salvaescaleras se reciclen adecuadamente y no contaminen otros residuos. ¿Te surgen otras dudas sobre las baterías de tu silla salvaescaleras? ¡Estaremos encantados de resolvértelas! ¿Tienes preguntas sobre garantías? ¿Condiciones? Nuestro equipo te las resolverá lo antes posible por email o por comunicación telefónica. Bidea lleva dos décadas encontrando soluciones que ayudan a facilitar la movilidad de personas mayores y/o con autonomía reducida en sus hogares y en espacios públicos. ¡Conoce nuestros trabajos aqui o ponte en contacto si crees que podemos ayudarte a tomar tu decisión!

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