Pérdida del equilibrio en personas mayores: respondemos todas tus preguntas

Equilibrio

¿Por qué pierden el equilibrio las personas mayores? ¿Qué síntomas genera el trastorno del equilibrio? ¿Cómo se gestiona? ¿Y cómo facilitamos la movilidad de la persona con problemas de equilibrio? Las respuestas que buscas, en este artículo.

 

¿Has notado la pérdida de equilibrio en uno/a de tus seres queridos?

¿Te preocupa la paulatina pérdida de equilibrio de las personas mayores en tu vida?

¿O tal vez eres tú mismo/a quien siente que la tierra se tambalea a sus pies?

La pérdida de equilibrio en las personas mayores es uno de los problemas más comunes del proceso de envejecimiento en los seres humanos.

Conocida como “trastorno del equilibrio”, esta condición hace que la persona que lo padece tenga la sensación de que su entorno gira a su alrededor, provocando incluso la impresión de que puede caer.

Normalmente la sensación que provoca el trastorno del equilibrio es de giro, pero también puede provocar la impresión de desplazamiento hacia los lados, hacia delante, atrás, arriba o abajo, aunque con menos frecuencia.

Lógicamente, los síntomas del trastorno del equilibrio hacen que la persona mayor pueda sentirse insegura, lo cual, a su vez, reduce su movilidad, acondiciona las actividades diarias, y puedo incluso resultar en su aislamiento social, e incluso en problemas psicológicos y emocionales.

¿Se puede prevenir la pérdida del equilibrio en personas mayores? ¿Tiene solución? ¿Cómo se hace más llevadera para la persona que la sufre?

Respondemos a todas tus preguntas a continuación.

¿Cuáles son las causas de la pérdida del equilibrio en personas mayores?

Para entender las causas que provocan la pérdida de equilibrio en personas mayores, hagamos un breve repaso de la anatomía del equilibrio en los seres humanos.

Nuestro cuerpo obtiene su información sobre su ubicación en el espacio a través de tres fuentes:

  1. El laberinto, en el oído interno, genera los detalles que necesitamos sobre la postura de la cabeza, y aceleraciones y movimientos súbitos.
  2. Nuestra vista, y toda la información visual que obtenemos a través de los ojos.
  3. La sensibilidad propioceptiva profunda, proveniente de unos sensores situados en articulaciones, tendones y músculos.

Estas tres fuentes envían señales de manera simultánea hacia el cerebelo, donde se analizan, integran, y provocan las respuestas adecuadas.

Si dos de estos tres elementos no funcionan correctamente, y la información que recibimos no es coherente, nos resultará imposible mantener nuestro equilibrio.

¿Qué ocurre al hacernos mayores?

Con el paso del tiempo, los mecanismos implicados en mantener el equilibrio van perdiendo su capacidad de obtener y procesar la información, y generar una respuesta motora adaptativa.

En estas edades también deben tenerse muy en cuenta otros desencadenantes del trastorno del equilibrio, que vemos a continuación:

  • Enfermedades vasculares que afectan al sistema nervioso central (isquemias, hemorragias).
  • Efectos secundarios de alguna medicación.
  • Infecciones y lesiones en el oído.
  • Presión arterial baja.
  • La artritis o un desequilibrio de los músculos del ojo.

¿Cuáles son los síntomas del trastorno del equilibrio en personas mayores?

El trastorno del equilibrio en personas mayores presenta diversos síntomas:

  • Desorientación.
  • Mareo: el mareo comporta un malestar general acompañado de palidez, cambio del ritmo cardíaco, sensación de náuseas y sudoración fría. Se suele decir que el vértigo va de la mano del mareo, pero no siempre que hay mareo hay vértigo.
  • Vértigos: aparecen de manera repentina al cambiar de posición, provocando la sensación de que todo gira a nuestro alrededor, y otros desagradables síntomas como vómitos, palidez y sudoración.
  • Visión borrosa.
  • Inestabilidad o sensación de caída: la inestabilidad es una pérdida de equilibrio real que hace que la persona pierda la estática y vaya hacia los lados tanto si está quieto como si se camina. La inestabilidad puede ser causada por alteraciones en el oído interno, problemas articulares, musculares o visuales, e incluso por afecciones neurológicas como el Parkinson.
  • Sensación de desmayo.

¿Se puede mejorar el equilibrio en personas mayores?

Sí, se puede mejorar el equilibrio en personas mayores.

Los problemas de equilibrio provocados por el envejecimiento pueden gestionarse con ejercicios moderados enfocados a mejorar el equilibrio postural.

 

Por ejemplo, se puede diseñar un circuito de entrenamiento con diferentes estímulos y ejercicios como soporte con una sola pierna, marcha en superficie inestable, marcha en tándem, etc.

Y se puede aumentar el nivel de dificultad a medida que el paciente se va familiarizando con los ejercicios.

Nos interesan los ejercicios físicos que provoquen un desafío moderado o alto al sistema de equilibrio (los sistemas sensorial, cognitivo y musculoesquelético), y que aborden restricciones de equilibrio, como la orientación en el espacio, los cambios de dirección y la velocidad durante situaciones estáticas y dinámicas.

Los siguientes ejercicios ayudarán a mejorar el equilibrio en personas mayores al andar:

  • Mantener el equilibrio con un solo pie.
  • Caminar en fila con el talón de un pie delante del otro.
  • Caminar de la misma manera en marcha atrás intentando seguir una línea recta.
  • Simulaciones de marcha sentados: movemos las piernas simulando que andamos levantando cada pie al menos 30 cm. del suelo.
  • Elevaciones laterales: de pie, se eleva una pierna hacia el lateral, manteniendo la postura 10 segundos y volviendo al punto de inicio.
  • Levantamientos simultáneos de pies y brazos sentados en una silla, y levantando el brazo izquierdo hacia el techo y la rodilla derecha doblada. Se mantiene esta posición 10 segundos y se cambia de lado.
  • Ejercicios de Tai chi para mover el cuerpo de manera lenta, suave, y precisa, al tiempo que respiramos profundamente.

 ¿Cómo creamos un entorno seguro para personas mayores con problemas de equilibrio?

La misión del equipo de Bidea, desde que abrimos nuestras puertas hace más de dos décadas, ha sido, y sigue siendo, crear un entorno seguro para nuestras personas mayores.

¿Cómo lo hacemos?

Lo hacemos ofreciendo soluciones salvaescaleras que facilitan su acceso a aquellas áreas en su entorno a las que les resulta difícil llegar:

Sillas salvaescaleras

Diseñadas para aquellas personas que tienen dificultades para caminar y subir escaleras, o se sienten inseguras al hacerlo, pero son capaces de transferirse por cuenta propia de su silla de ruedas a la silla salvaescaleras.

https://www.bidea.es/soluciones/sillas-salvaescaleras//

Plataformas salvaescaleras

Diseñadas para aquellas personas que se desplazan en silla de ruedas o que tienen dificultades para subir escalones, agacharse, sentarse, moverse con facilidad.

Una solución altamente versátil, las plataformas salvaescaleras son muy seguras e ideales para personas discapacitados, personas mayores, personas con capacidad reducida, mujeres embarazadas, familias con cochecitos para bebés, etc.

https://www.bidea.es/soluciones/plataformas-salvaescaleras/

Elevadores plataformas verticales de corto recorrido

Pensados para superar las escaleras que encontramos en los rellanos de muchos de nuestros edificios antes del ascensor, con desniveles de hasta 3 metros.

https://www.bidea.es/soluciones/plataformas-verticales/

Todas estas soluciones están pensadas para facilitar la movilidad a toda persona con movilidad reducida, incluso si es por falta de seguridad provocada por problemas de equilibrio.

Si crees que ha llegado el momento de instalar una de nuestras soluciones salvaescaleras en tu hogar o en el hogar de uno de tus seres queridos, no dudes en llamarnos al 943 63 01 14 o escribirnos a info@bidea.es y estaremos encantados de orientarte hacia la solución que mejor encaja con tus necesidades y presupuesto.

Que nada te detenda.